Fue ayer cuando te vi,
tarde de placido atardecer.
Caminabas dejando algunos destellos
perfumando el viento que acariciaba tus cabellos.
Te descubrí entre arboles,
entre los secretos del lago,
entre luceros que comenzaban a nacer
justo cuando el reloj se detuvo a las seis.
Te observaba en un mar de silencios
para que tus pies descalzos no se intimidaran,
la lluvia derramaba, un poco de ti no basta.
un poco de ti no alcanza.
Hoy te volví a ver,
en un sueño de luz al claro de la luna,
te vi y me vi, encontrándonos el uno al otro.
entre los arboles y los secretos del lago,
Soñé con la miel de tus labios
en la cercanía de la gloria de tus besos.
Eran las seis, son mas de las seis...