A L.
No me alcanza extrañarte
porque es tan pequeño el universo
y tu abarcas mas que ello.
Como un pájaro que vuela, una amapola,
esas cosas efímeras, habituales,
el otoño y los jardines con nieve,
el olor de tu cuerpo en las rosas,
las palabras que me dices
o que me maldicen.
A veces creo que no me alcanza,
pero lo deseo, porque te deseo
y en el deseo esta tu rostro.
Que me atravieses con la mirada
una mañana cualquiera de un verano cualquiera,
que tu entrega se encuentre con mi cuerpo
y tus besos aterricen en mi boca;
Que me ames con vehemencia necesaria
al ritmo del placer que juntos concebimos,
de una noche para otra, de un instante que no recuerdo.
Me Cuentas ese secreto?