"A veces no hay a veces"
Son sin sabores amargos
como catarros ásperos,
raspando la garganta,
a un costado del olvido.
Tan cerca de lo que fuimos,
tan lejos de lo que somos.
El aire espeso, denso.
Olor a humedad de labios
que esperan ser acariciados
por otros labios,
justo cuando el reloj se detiene
para dar lugar al tiempo
que no se detiene.
"Y son casi las cinco
o las nueve, que importa".
Pensando en un futuro
como dejavus de un pasado inconcreto
sosteniendo un cigarro agitado entre sus dedos.
Se mira al espejo como dudando
y el reflejo de su rostro tiene cara de domingo,
resaca agria que se clava en su frente,
"es jueves", afirma casi seguro.
A veces me pregunto que espera?
a veces me faltan respuestas.