martes, 26 de julio de 2011

AGRIA EXISTENCIA

Sabia que a leguas inciertas
su hado marcaba un abismo,
ese abismo que cruza el suspiro
encarnizando los deseos de jamas dejarte.


Y entonces me consuela, o creo al menos,
que no somos madera cortada por la misma cierra,
ni horizonte que se ampara bajo una misma mirada,
daltonica, anacrónica, miope y tal vez errada.


Si algo rescato entre esas horas escurridas,
siendo fiel a mi bipolaridad, tan presente y austera,
doblego a mis sentimientos a no pesar sobre tu ausencia,
ni a tu partida a ser fantasmas en mis horas de nostalgia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario