A veces la intriga Azota
cuando pienso en tu mirada:
¿Donde fijas tu vista cuando cierras tus ojos
y no me veo dentro de ellos?
Me dices que No me entiendes,
la verdad es que yo tampoco,
juro que muchas veces intento
pero mas termino por extraviarme.
Hay veces en las que me tiemblA la mano
sudando con marcar tu número de teléfono;
pero no, no me atrevo,
después de todo: quIen soy yo?
Hasta he llegado a sentir frío en pleno verano
y he deseado tus brazos para abrigarme,
pero en taLes momento debí resignarme,
fui yo quien renuncio al asilo de tu cuerpo
cuando se marchitaba la primavera.
Reconozco que mi vida es Un anagrama,
la cual hasta a veces yo no entiendo;
Podría intentar diagramar una idea
que justifiquen las palabras del aquel día,
pero de todas formas será en vano,
seguiré inmerso en un laberinto sin salida.
Si te buscas por aquí sin demasiado esfuerzo
a lo meJor te encuentres o termines por perderte.
Habitas en tu ausencia aunque no lo creas,
eres como ocho fantasmas dentro de mi habitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario