Hoy voy a dejar de nadar contra la corriente y voy a dejarme llevar como una gota, formando parte de la masa de agua que corre rió abajo sin emitir juicio alguno; Resignándose a la espera de llegar al mar y morir en él, para condensarse en vapor, convertirse en nube, transformarse en lluvia y resucitar en aguacero, volviendo a la misma comedia cíclica: nacer, crecer, llorar, odiar, "amar", sufrir y morir.
Hoy me levantare temprano, pues para los cuerdos la hazaña de dormir después de las 7 am. es un grave pecado.
Desayunare algo rápido porque el tiempo no da limosnas y los minutos castigan si te demoras.
Llegare a la facultad, me sentare buscando la pagina del tema del día; escuchare sin refutar, los mediocres no tenemos porque dudar lo que dicen los que están del otro lado, porque si lo están allí es gracias a un titulo que les otorga el poder para titularse como "persona".
Para antes de medio día, ya con la corbata asfixiándome y una sonrisa fingida que me provoca calambres en las mejillas, estaré cumpliendo el sueño de mis padres: "Mi hijo es abogado". Saquen champagne que ellos van a brindar por ver que la mascotita por fin comenzó a ser "persona".
No abusare de la comilona porque ando cargado de trabajo, algo que no es proporcional a mi sueldo, pues trabajo mucho y me pagan mierda. Igual sigamos sonriendo porque tal acción forma parte de la mascarada costumbre.
Siento un dolor en la espalda, no tengo que preocuparme. No tengo tiempo para ser acariciado por las dulces manos de mi mujer cuando desea regalarme un par de masajes. Ella cree que tengo una amante, piensa en atentar contra la pobre secretaria, quien también piensa en poner un sobre bomba en mi escritorio así dejo de relegarle trabajo, porque no tiene tiempo para su marido, no tiene tiempo para sus hijos, no tiene tiempo para su vida.
Ya son casi las 17 horas, han pasado unos 40 años. Me pregunto en que momento creciste hijo mio? ya te has convertido en hombre y no lo he notado.
Me miro al espejo y observo que tengo cicatrices en la cara, cada arruga que sangra es un sueño que he asesinado. Me lamento unos minutos, no debo abusar de la cuota del lapso establecido por los cuerdos.
Entra una clienta en mi oficina, yo hago de cuenta que la escucho porque sus llantos son billetes en mi bolsillo, una vez que se marcha pienso "siempre la misma mierda".
Se hace tarde, en casa pronto servirán la cenar. Es una lastima no poder acompañarlos, todavía quedan papeles por firmar y lamentos que escuchar...
Subo despacio para no despertarlo, de seguro sus días son tan agotadores como los míos.He olvidado tomar las pastillas, los dolores en los huesos no me dejan tranquilo. Bajo al toilet en busca de ese "cóctel anti estrés rutinario". Me detengo un instante frente a la foto de mi hijo, fue tomada hace algún tiempo sabe quien en que lugar. Se lo ve feliz, hace tiempo se fue buscando sus sueños. Miro el reloj y ya es tarde, mañana debo madrugar. Ojala mañana ya no viva...
No hay comentarios:
Publicar un comentario