sábado, 19 de marzo de 2011

LA NINFA

Trata de refugiarse en un abrazo
buscando las caricias en los besos;
Una persona, sin importar quien,
incinerándole en el candor de sus pechos.

Comienza sin pensar, 
las ventanas detienen tu tiempo.
Tantos hombres que allí pasaron, rostros ajenos
desojando la diosa que lleva dentro.

Si alguien la espera,
de noche o de día, no importa el momento;
busca saciar la miel del deseo 
en los bajo mundos del infierno.

La lujuria tiene por nombre 
las letras acordonadas de la tentación,
y antes de ti solo era lujuria,
y después de ti: dama y cortesana.

Ella: garras que surcan vírgenes espaldas,
vientre que desata fuerza de céfiro,
ojos que se pierden en el ángulo del techo;
Sexo que explota afable sin cobrar impuestos.

Rosa en el páramo de brazos efímeros,
errabunda  yegua al destierro de quien la espera.
Tiene miedo de la soledad
pero es allí donde siempre se queda...

No hay comentarios:

Publicar un comentario