miércoles, 23 de febrero de 2011

DUALIDAD ASESINA

Aquella esperanza tan fugaz y débil
tan grande como una mota de polvo
rueda en la vereda junto al fango,
un tire y afloje de sueños no correspondidos,
de palabras que lastiman,
de despedidas en un largo viaje.


Un largo viaje de hasta nunca y adioses
verborrea colmada de te quiero sin sentido,
de promesas y promesas como suerte de lotería.
donde cada noche el firmamento no es el mismo,
donde tu habitas tan lejos como yo de mi.


Cada centímetro que nos separa
son kilómetros plagados de abismos,
campo minado de rencores,
desiertos de nostalgia ausentes,
nostalgia de lo que pudo haber sido.


Confianza que nunca nos dimos
o al menos nunca fue suficiente,
juramentos de espérame volveré,
y aquí seguimos, esperándonos,
o al menos esperándote.


Por algún lado se cruzaron nuestros caminos.
y en algún lado que no recuerdo,
no por holgada memoria sino voluntariamente,
esos caminos dejaron de cruzarse.


Pienso, en estas horas cuando creo esperar algo de ti,
que quiso el destino algo que no estaba a tu alcance,
o a lo mejor mi tiempo no corría tu ritmo,
quien sabe el motivo solo recela tal secreto.


En fin, una esperanza fugaz y débil,
a la cual los minutos le quedan grande,
sucias horas de verbos que nos lastiman
y sentimientos que terminaron por matarnos,
o matarme, aunque no lo demuestre.


Una esperanza tan grande
 como una mota de polvo,
de la cual deseo que se forme un desierto...

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