San Pedro de Jujuy, 20/06/2010.-
Querido viejo:
Escribo esta carta para hacerte llegar un saludo muy especial y afectuoso en esta fecha tan importante, el día del padre.
Se me hace difícil poder expresar mediante letras, todos aquellos sentimientos que solo se materializan en lágrimas de felicidad o sencillamente en un abrazo.
Perdón por no tener el valor para decirte personalmente "feliz día papá.
Por mi parte no te preocupes, sigo siendo un aprendiz de la vida, la cual me hace tropezar seguidamente, y a la cual le agradezco, porque ya estoy aprendiendo a caer y cada vez me es mas fácil levantarme.
No pretendo extenderme demasiado en esta simple carta, a continuación transcribo algo que escribí hace un tiempo atrás, es un punto de vista personal y espero que sea de tu agrado.
Buscando en la cima de la montaña, he tratado de alejar las penas del camino que a lo largo me acompañan.
Cegado por llegar a la cúspide de la vida, he caminado atosigando mis pasos, sin tener en cuenta siquiera las alegrías.
Reprimiendo el mórbido papel de la rutina, trate de rastrear atajos que me condujeran al vértice de la colina.
Desempernado, desarraigado de todo lo material, quise huir de lo mundanal en busca de mi paz espiritual.
Caminando sordo no he sabido escuchar las señales del camino.
Caminando ciego no he podido observar lo que me anticipada a mi destino.
Cruce vertientes de felicidad, atravesé vástagos desiertos de soledad.
Apurado por llegar a lo mas alto, no me detuve siquiera a descansar; el viento me susurraba que mejor que llegar rápido, era saber llegar. Los arboles me aconsejaban que me detuviera, al menos un instante a reposar.
Indiferente a los consejos de Natura, no tuve intención de escuchar, mucho menos de para.
De repente, casi inesperadamente, llegue a lo mas alto del risco, y que encuentro???
NADA! solamente un solitario he insípido abismo.
Volteo la mirada y detrás mio una piedra con una frase que reza: "el éxito no se encuentra en lo mas alto. Se empieza sembrando en el llano y a medida que se va escalando, se va cosechando.
Si has llegado hasta aquí y te encuentras solo, tienes dos opciones:
1- Saltar al vació y ser uno mas de los tantos fracasados ó
2- Reconocer la derrota emprendiendo el camino de regreso, teniendo en cuenta, escuchando y observando las señales mientras desciendes.
Cuando llegues a la planicie, no tengas en cuenta el fin, solo procura que los medios necesarios para llegar a tus sueños sean los correctos. Solamente de esa forma Bienaventurados serán los que se encaminen nuevamente, pero esta vez en el camino de la Victoria..."
Reconocí mi derrota, pero no me doy por vencido. Desde lo mas profundo del alma te deseo un feliz día del padre!
Sin mas que decir, atte tu hijo.-
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