GUETO Y OLVIDO

Atraviesa la vida a pasos aletargados,
no tiene apuro de llegar a ningún lado.
Hoy en día la suerte no es rentable por estos lares
y la felicidad es una fiesta a la que no ha sido invitado.
Las luces titilan con vehemencia en la falsa verbena,
el humo trampea en el poker a la desgracia.




Sus pasos llegan siempre al mismo lugar,
es un convidado mas de los tantos desconocidos.
Abre la puerta y entra, se quita el sombrero,
una vez dentro, la sobriedad se estaciona afuera,
"No se fía, solo se toma y se olvida"
reza el salmo en la puerta.




El albergue del olvido, la taberna de putas,
así le llaman al lugar de humedad y abandonados,
donde se condena sin culpa, donde se muere sin morir.
Donde no sopla viento, donde no existe tiempo,
donde el calendario no son mas que números en un papel.




Se acerca la moza, disimula ser feliz,
maquilla la desdicha fingiendo una sonrisa,
asesina sus sueños para ganar el sustento,
la vida le ha sido dura,
la vida se ha olvidado de ella,
No hay paraíso para los que allí concurren.
Arriesgarse a un cambio
seria como apostar en la ruleta rusa.




La noche gira entre copas y sillas vacías.
El se exilia en el oxido de la soledad,
pide algo fuerte, algo que mate el pasado.
La moza le trae un trago de whisky,
el se zambulle en ese mar amargo,
intenta ahogar sus penas en alcohol.
Los días así como vienen, se van,
sin dejar rastros, si dejar huellas.
El desconsuelo abraza su cuello
con una soga de sueños frustrados,
con un horca de pasado sin pasado.




EL desconcierto va cargando las balas,
él solo se limita a llorar lágrimas sin lágrimas.
Busca, o trata al menos, encontrar una sola razón.
La incertidumbre tiene coronilla en esta velada
y la verdad se olvido de ser verdad hace tiempo.




Alcohol en exceso no es bueno, piensa.
pero no hay vuelta de rosca, refuta.
"Mal parida rutina" se lamenta.