martes, 11 de enero de 2011

TEMORES

Antes de encontrarme cruzando la calle del olvido
vi pasar por el espejo esas sombras a las cuales siempre he temido,
que se derramaban al asecho de mis pasos,
sonriendo irónicamente,
murmurando sobre el plan detallado, deparado a mi destino.

La noche se volcaba en los angostos callejones
humedecidos por la helada lluvia que caía a raudales
sobre el pueblo soñoliento, casi dormido.

Alcance a tomar el crucifijo que de niño llevo conmigo;
apuraba mis pasos alterando el ritmo,
era necesario llegar rápido, era necesario escapar,
aunque no tuviera, siquiera, rumbo fijo.

Un rayo callo las campanas repicantes,
atravesando fugazmente el universo,
partiendo el cielo, 

Clavándose como dardos  en mis miedos...

Si supieran los que no me ven,
los que jamas me han conocido,
que detrás de aquella noche,
debajo de esta piel de hombre,
de ceño uraño, mal parido y fruncido,
solo había, nada menos que un desconsolado niño.

Esa noche podría haber jurado que no era el que viste y calza,
sino aquel, que en su meollo inconsciente,
nunca había dejado de ser mas que un indefenso mortal
tratando de huir del presente, dando arcadas del pasado,
buscando en el futuro algo que todavía no había sido mentado,
queriendo ser ese que alguna vez, en otras vida, quizás, hube sido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario