lunes, 10 de enero de 2011

A MI VIEJO

Hombre de voz áspera y ronca,
tosco, tozudo, huraño.
Se sienta al sol del atardecer
mientras su mirada se pierde en el horizonte.

Aspira vientos del ayer,
pensando en quien sabe que.

Tres curdas, cuatro cigarros y un bolero
embriagan su existencia a estas horas de muertes.

Cuantos años pasaron, cuantos han de venir?

El silencio hace eco en su mente;
los fantasmas del mañana acompañan la tertulia.

A trago lento, alcoholiza sus penas
tratando de borrar lo que el tiempo envenena.

El brillo en sus ojos refleja el paisaje,
con golondrinas atolondradas
que vuelan el la danza de un melancólico suspiro.

Cuanto tiempo le sobra de vida,
cuantas vidas tan lejos de la muerte?

Toca una melodía mas en esa guitarra vieja, 
que nunca es tarde para oír tu voz añeja,
regalame el sonido de las cuerdas 
que recita lo que a tu corazón le sobra.

Viejo canta que el tiempo pasa,
viejo baila que las horas abundan,
viejo se feliz, no vivas de migajas.

Salud, salud carajo!
por ti, por mi y por la puta de la esquina
que llora la ausencia de quienes la han deseado,
la han usado y la han abandonado.

Oh! que alegría tenerte viejo querido...

cuenta en sonatas lo que tu alma reza,
entona con voz gruesa el recuerdo que añejas...

Sigue, sigue, no pares que ya estoy empezando a emborracharme.

Si mama nos viera, tres puteada nos daría 
y una hermosa sonrisa que complete tan grande alegría...

Viejo para, espera un poco, suelta la viola un momento.
no es que me canse de escucharte...

Solo abrázame viejo, que la alegría de escucharte dura poco 
pero el calor de tus brazos, dura lo que tarda en llegar mi muerte...

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